sábado, 14 de septiembre de 2013

Sueños, Anhelos, Deseos Y Dolor

La lluvia moja cada espacio de la habitación,
Las calles parecen verse un poco más vacías el día de hoy,
¿Cómo pedirle al cielo que deje de llover? ¿Cómo dejar de amar?
Aunque pueda doler, aunque puedas llegar a sufrir por ello.

Todas las historias son un riego, un juego de azar,
Donde dos amantes se lanzan esperando cruzar el abismo,
Cayendo lentamente sin darse cuenta, esperando volar lejos,
Creyendo en sueños, sembrando esperanzas, creyendo en ello.

Esperando que la vida les dé la oportunidad de ser,
De nacer y realizar lo que sus corazones persiguen ciegamente,
Sin pensar en nada más que en la satisfacción que les adormece,
Pero, ¿Qué sería de nosotros si no nos atreviéramos a saltar?

Dejaríamos de creer seguramente y moriríamos,
Sin esperanzas de sentir, de vivir, de desear algo mejor que esto,
Estaríamos secos, solos, caminando, existiendo por existir,
Respirando por simple obligación, porque todo debe ser así.

Si existe algo que nos da vida, es la oportunidad,
Si algo nos hace sentir es la capacidad de arriesgarlo todo,
Ese valor que el amor puede llegar a hacernos sentir,
Ese deseo de gritar al mundo que la felicidad nos ha encontrado.
Todos tenemos derecho de sentirnos alguien,
Perdemos la cabeza al correr tras sueños que son solo eso,
Anhelos que son como gotas de lluvia en tiempos de sed,
Que nos aferran a creer, a desear, a correr, a la locura misma.

Pero, ¿Qué seriamos si no pudiésemos sentir?
Si de pronto nuestros corazones se tornaran fríos y vacíos,
Despertaríamos cada mañana sabiendo lo que sucederá,
Nos rendiríamos al dolor, al sufrir de una vida sin esperanza.

Sin riesgos no alcanzaras lo que en verdad te hará vivir,
Sin dolor no sabrás apreciar lo que es la felicidad en esencia,
Porque no puede existir un arcoíris sin un poco de lluvia,
Porque no puede existir un amor sin un sufrir y viceversa.

Solo nos queda disfrutar el descenso mientras caemos,
Aferrar nuestras manos entrelazadas y esperar que suceda lo mejor,
Porque es mejor una vida inesperada, que una vida planeada,
Porque lo que de verdad vale la pena, siempre tendrá que doler.


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