viernes, 26 de junio de 2020

Capitulo 1: El Encuentro

Todo el mundo conoce su leyenda. Todos se preguntan como es que aun sabiéndolo, nadie ha hecho nada para detenerla. Es que su ser está tan lleno de maldad que nadie sabe de lo que es capaz... ¿O si? ¿Y si en verdad ella hizo algo tan terrible que nadie se atreve a retarla? Esa y muchas preguntas se acumulaban en mi mente.

Me parecía curioso que a pesar de su apariencia un tanto espectral, la gente ni siquiera la veía cuando caminaba por las calles. Es como salida de una obra de arte, no puedes evitar deslumbrarte al verle pasar, sus vestiduras, su cabello, sus ojos... Todo en ella es un misterio sin resolver.
Me dijeron muchas veces que no me acercara a ella, porque nadie vive para contarlo. Decidido, tomé mi cámara y me dispuse a visitarla. Era ya muy tarde cuando recibí la confirmación de su parte... Tenía tanto que preguntarle, la curiosidad me mantuvo despierto hasta la hora del encuentro.

Al estar de pie frente al umbral de su puerta, no pude evitar sentir una sensación que recorrió todo mi cuerpo y que me causo terror. Cuando di un paso hacia atrás, me di cuenta de que ella estaba justo detrás, en silencio.  Sus ojos brillaban más que la luna que nos iluminaba.
Trague saliva, pensando en que hacer, en que había sido una tontería el haberla citado. Ella me miro con desdén, como si fuese un ser insignificante al que había privilegiado con un poco de su tiempo.

- Bien, Haz tus preguntas. - Me dijo, mientras estiraba su brazo, abriendo las antiguas puertas de su casa.-

-Me disculpo, señorita. Sé que mi invitación arribó inesperadamente. - Respondí, con el corazón prácticamente en la mano.

-Dejemos las cortesías, y vayamos al grano. - Dijo, mirándome fijamente. - ¿Deseas saber a cuantos he asesinado ya?

Me quede mudo. Al principio pensé que estaba siendo sarcástica y que estaba tratando de atemorizarme, pero su mirada me decía que estaba hablando en serio y que sería franca conmigo.

- ¿Acaso crees que eres el primero en hacerme este tipo de peticiones? - Dijo, dejando escapar una sonrisa sarcástica - 

- No... No lo creo. Es solo que la encontré fascinante y deseaba saber más de su historia, señorita.

- Agatha. Llámame Agatha. Las formalidades están de más, ya te lo dije. 

- Mil disculpas, Agatha. Mi curiosidad yace en su pasado. ¿Puedo saber quienes son sus antepasados?

- No los tengo. - Dijo, mirándome aún más fijamente. - ¿No has escuchado las historias?

- Sí, por supuesto que sí. Pero es difícil creerlas sin tener una prueba fehaciente de que no son solo rumores.

-Dime, Dimitri. ¿Sabes con quien estás tratando? 

Me quede helado. Nunca mencione mi nombre, y en la invitación coloque mi nombre de profesión. Su mirada me hacía sentir que era mi último día en la tierra y que no saldría de esa casa con vida.

- ¿Tienes miedo? Puedo percibirlo en tu sangre. - Dijo, en un tono seductor. - No deberías, no planeo hacerte daño, a menos que me provoques.

- No puedo negarle, Agatha, que me siento intimidado. Pero sus palabras me tranquilizan.

- No he asegurado aun que te dejaré ir con vida. Solamente te he dado la oportunidad de no cometer el mismo error que los anteriores. 

- Entiendo. Mi siguiente pregunta es relacionada con su tiempo de vida en estas tierras. ¿Hace cuanto que habita en este lugar? 

- Desde siempre. Este ha sido mi hogar desde mi segundo nacimiento y fue el hogar de mi maestro.

- Supongo que no sería propio preguntar el tiempo en específico. ¿Cierto? Debe ser mucho...

- 345 años, 6 meses, 14 días y tres horas, siendo específica. 

-¿Trescientos cuarenta y cinco ha dicho? - Dije, en tono incrédulo.

- Así es. - Respondió, mirándome con enojo. 

- Comprendo. Si tuviese que describir que tipo de criatura es usted, ¿Qué calificativo sería el más apropiado? 

-Vampiro. 

Levante la mirada, bajando mi libreta lentamente. Ella no dejaba de mirarme, con esos ojos que parecían hipnotizar entre más los veías. Se acercó lentamente hacia en sillón donde me encontraba sentado, tomó mi mano y no aparto su mirada. 

- Te he dicho lo que deseabas saber. Márchate y no vuelvas más. 

Intente negarme, pero antes de poder articular una palabra, ella me guiaba hacia la puerta, en contra de mi voluntad. Parecía tener el control de mis acciones y no podía hacer nada para evitarlo. 
Cerré los ojos y desperté en la habitación de mi cuarto de hotel. Intente volver a dormir, pero no dejaba de soñar con ella, con esos ojos, con esa piel... Esos labios. ¿Qué sucede conmigo? ¿Por qué siento esta sensación de que deseo verla de nuevo? 

Continuará...


Reflejo

Eran sus ojos los que ocultaban los más grandes secretos,
Eran sus labios los que jamás habían pronunciado aquellas palabras,
Era su voz la que jamás había entonado aquellas notas, 
Su alma parecía pérdida en algún lugar en el tiempo.

Nadie conoce en verdad los pensamientos que se anidan en su mente,
Nadie sabe en verdad cuáles son sus intenciones hasta el final,
Es que ella puede llevarte al cielo y dejarte caer al infierno sin esfuerzo,
Pero nadie ha sabido cómo llegar hasta sus más internos sentimientos.

He pensado que es el miedo el que la orillo a crear esa gran pared,
Aislada de todo lo que puede herir la fragilidad de su espíritu,
Ha aprendido que no puede confiar su corazón a ningún mortal,
Porque el amor es el asesino más cruel y sangriento que conoce.

Me he detenido a admirarla un par de veces cada mañana,
Conozco cada una de sus facciones, todas sus imperfecciones,
A veces he llegado a odiarla, porque no es capaz de tomar decisiones,
Se deja llevar por su "destino", cual hoja que arrastra el viento.

Quiere fingir que nada duele, para poder estar siempre para los otros,
Nadie la ha visto como yo, tan desolada, tan triste, tan solitaria,
Creyendo que nunca en la vida encontrará su lugar en el mundo,
Esperando en secreto que el amor la rescate de su infierno.

Ocho años han pasado desde que conoció a su caballero,
Aquel hombre que alguna vez desprecio con desdén, con furia,
Atrapada entre sus demonios y la luz que de él emana,
No puede explicar el porqué muchas veces se vuelve tan hiriente.

Ella está rota y sabe mejor que nadie que no puede reparar su mente,
Sabe bien lo que es capaz de hacer cuando la oscuridad la absorbe,
Jamás imaginó que su mayor temor se encontraría en su interior,
Jamás pensó que la lucha más difícil de su existencia sería consigo misma.

Se conoce tan bien que a veces no quiere ser dueña de nada,
Sabe muy bien cuánta inseguridad se oculta debajo de toda la calma,
Tiene presente cuan posesiva puede volverse cuando quiere,
Evitando a toda costa arrastrar a su caballero a la desesperación.

Ha intentado dejar este mundo atrás, muchas e incontables veces,
Ha intentado superar todo lo que no le permite volar libremente,
Está cansada de intentar y fracasar a cada paso que da,
Cada día siente que las esperanzas se le esfuman de las manos.

En sus sueños se ve a si misma sin defectos, sin roturas,
Se ve sonriendo, de la mano de su amado caballero,
Aquel que ha dado tanto y que se siente igual de desvalido,
Aquel que aún deseando huir, la levanta de agujero en que se encuentra.

Ella solo quiere sentirse más normal...
Ella solo desea pasar un día sin sentirse perdida...
Ella no pide más que amar honestamente y sin miedo...
Ella solo quiere olvidar el dolor...

- Kikato