viernes, 23 de noviembre de 2018

Sigues aquí...

Justo cuando creía que te había olvido,
Apareces de la nada, trayendo recuerdos,
Cosas que solamente deseo poder olvidar,
Espinas de una rosa que aún no se marchita.

Sigues en mi corazón, sin mi permiso,
Vienes a mi mente en los momentos oscuros,
Como una salida de emergencia ante el dolor,
No puedo negar que eres el alivio del tormento.

Sueño que caminamos por el mismo sendero,
Me tomas de la mano y me pides que luche,
Me dices que sigues dentro de mi, latente,
Que no me permitirás dejar que todo se derrumbe.

Es que tú aún no te has ido de mi lado,
Te veo en cada lugar, en cada habitación,
Estoy cansada de perseguir tu fantasma,
Solo quiero poder finalmente dejarte marchar.

Ya no quiero tener que sostenerme de esto,
Quiero que dejes de aparecer en cada lugar,
Quiero por fin aceptar que te has ido,
Pero te aferras a mi con fuerza y no me dejas respirar.

Sigues en mi corazón, no te quieres ir,
Constantemente me hablas en el viento,
Susurrando que tu lama sigue atada a mía,
Quiero pensar que eres tú a quien siento.

Estás presente en mis pensamientos,
En los momentos en los que guardo silencio,
En los viernes lluviosos y fríos te encuentro,
Recordándome que aún existe la esperanza.

Aún leo los poemas que solía escribirte,
Me llena de melancolía y dolor a la vez,
¿Por qué dejaste que me fuera de tu lado?
¿Por qué no luchaste por lo que amaste?

Recupero la compostura y te olvido,
Con el tiempo algo te trae a mi mente,
Es inevitable que sonría con los recuerdos,
Quiero que te vayas, quiero dejar de pensarte.

Quiero recuperar mi vida como lo has hecho,
Quiero pretender que ya no me importas,
Solo intento seguir adelante sin ti,
Sigo sin comprender porque no te dije que sí.

En un absurdo intento de olvidarte me perdí,
Ahora solamente queda el vacío que dejaste,
Los pequeños detalles que jamás te dí,
Supongo que es momento de dejarte ir.




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